Imagina un pequeño lugar, anidado entre el río Orinoco y las hermosas mesetas de Venezuela, donde cosas maravillosas ocurren todos los días, gracias a mucha gente cuya única ambición es hacer el bien para otros. Ese lugar se llama el Centro Milagrosa en Maniapure, donde hace más de 25 años el Padre Miguel González, sdb, fundador de la Asociación Damas Salesianas (ADS), tuvo una visión misionera para ayudar a comunidades remotas.  

El pueblo indígena E’ñepá continúa viviendo su vida rodeado de todas sus tradiciones nativas, y para ellos, el tiempo no tiene el mismo significado que nosotros entendemos. Los habitantes Criollos intentan transmitir sus valores a las nuevas generaciones con el fin de asegurar que sus entornos evolucionen, pero permanezcan auténticos. Ambas culturas se entrelazan en el día a día y saben muy bien que juntos deben luchar para preservar lo que se ha adquirido hasta hoy y para prepararse para el mañana.  

Durante estos últimos dos años donde prácticamente todo se detuvo, algunos se volvieron intranquilos imaginando qué podría hacerse para hacer del mundo un lugar aún mejor. Un sueño vino a la mente, un sueño de nutrir y estimular mentes curiosas, un sueño de abrir un preescolar en una zona rural a 400 km de la capital. Gracias a todos los que se sumaron al proyecto con ambición, talento e ideas maravillosas, el Preescolar Padre Miguel abrió sus puertas en septiembre de 2021 a niños de 3 a 6 años, de ambas etnias. El sueño se volvió realidad cuando muchos de los estudiantes mayores terminaron el año escolar habiendo aprendido a leer y a escribir, pudiendo ahora profundizar su educación.  

La atención médica preventiva ha estado disponible en el Centro Milagrosa desde 1995 con la primera doctora que decidió dedicar un año completo a practicar medicina en esta región, promoviendo la calidad de vida de tantos a través de asistencia de primera mano. Otros han seguido estos primeros pasos con gran entusiasmo y voluntad de luchar contra las enfermedades tropicales y la desnutrición. Solamente en el año anterior se atendieron 9,000 pacientes, tanto en el centro como en sus propias comunidades.  

Como presidenta del Centro Milagrosa ADS y en nombre de todos los miembros de nuestro directorio local, quiero agradecerle a cada uno de los 76 artistas que se sumaron a este esfuerzo. Siendo esta nuestra segunda subasta de Tejidos de Esperanza, decidimos ir más allá de las fronteras de Venezuela y unir artistas de los Estados Unidos, México y España, con una cosa en común: su generosidad en contribuir al fortalecimiento de la salud, de la educación,  y al hecho de que lo aprendido, no puede nunca ser quitado.  

Agradezco especialmente a nuestro equipo que trabaja día a día en el Centro Milagrosa, a la Fundación Proyecto Maniapure,  nuestros aliados y a todos los voluntarios detrás de este maravilloso proyecto. 

Que Dios, la Virgen María Auxiliadora, San Juan Bosco y nuestro querido fundador, el Padre Miguel González los colme de bendiciones.  

Suzanne Lellouche.  

Presidenta 

Centro La Milagrosa ADS, Maniapure